Bernardín García
Tiger Woods ha tenido que dejar los palos de golf tras los problemas personales que han caracterizado al golfista, pues se ha visto envuelto en líos de faldas una y otra vez; sin embargo la prensa en general; hablando de la deportiva, la de espectáculos, y uno que otro noticiario importante a nivel internacional, no han hecho más que crucificar al señor Woods, a tal grado, que gracias al seguimiento de dichas notas le han hecho perder a Tiger patrocinios millonarios como las cuentas de AT&T, Accenture Pic, Procter & Gamble Co y Gillette.
Creo que estamos de acuerdo y cuando menos muchos en la sociedad mexicana no aceptamos la poligamia, mucho menos la infidelidad, ni aceptamos las agresiones físicas, pero ¿qué demonios tiene que hacer un reportero de la fuente deportiva dando referencia a este tipo de problemas entre un deportista y su vida personal?. El hecho de que Tiger haya tenido un accidente, es impactante, pero el darle trascendencia a los chismes entre Elin, esposa de Tiger Woods, el mismo golfista y la amante Rachel Uchitel; todo esto no es necesario, cuando menos, no, para los buenos periodistas, que eso se les deje a los chismosos, a los que creen hacer “periodismo de espectáculos” como Maxime Woodside, Pepillo Origel , y los que le siguen.
Me pregunto, de todos aquellos que han juzgado al as del golf, ¿jamás habrán cometido un error?... Que moralistas me salieron, en fin cada quien con su cada cual, lo importante e independientemente de la vida privada del señor Woods, lo que realmente es importante es, que éste señor es el número uno mundial en el golf y ganador de 14 títulos de Gran Slam, y el primer deportista en alcanzar 1.000 millones de dólares, aproximadamente 660 millones de euros, lo que en pesos serían más de 11 billones, tan solo en ganancias. Ahora habrá que esperar que el señor arregle sus asuntos personales, y que deje de lado las acciones negativas, para que no se quede como el perro de las dos tortas, sin esposa y sin golf.
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